
Muchas mamás experimentan hinchazón durante el embarazo, si bien es algo norma, otras veces es un signo de preeclampsia, una condición potencialmente peligrosa tanto para la madre, como para el bebé. Conoce qué es la preeclampsia, sus principales síntomas, control y cuidados.
¿Qué es la preeclampsia (PET)? – Síntomas
La preeclampsia, a veces incorrectamente llamada toxemia, es el término con el que se denomina a la hipertensión (presión arterial elevada) con complicaciones durante el embarazo. Es una condición potencialmente mortal del embarazo.
La preeclampsia se presenta principalmente en primerizas jóvenes, por lo general durante el último trimestre y se diagnostica cuando una mujer embarazada tiene estos tres síntomas al mismo tiempo:
- Edema patológico en las manos y la cara
- Presión arterial alta
- Presencia una alta cantidad de proteínas en la orina (proteinuria)
Cabe destacar que la hinchazón de las piernas no cuenta como parte del síndrome de preclampsia, porque a pesar de que resulta dolorosa, es causada por el creciente peso del bebé. La principal preocupación es cuando el edema se produce en las manos y la cara, ya que las razones fisiológicas de esto son diferentes.
Diagnostico de (PET)
El médico en cada visita además de realizar el examen físico, pedirá muestras de orina para comprobar la presencia de proteínas (proteinuria) y también hará lecturas de la presión arterial. De este modo puede evaluar si aparecen los tres síntomas que constituyen la preclampsia y en tal caso, actuar inmediatamente.
El manejo de la preeclampsia suele comenzar cuando se produce la retención excesiva de líquidos y aumento de peso rápido. El médico indica una dieta con poca, o nada de sal, y unas 48 horas de reposo en cama, excepto para las comidas y para ir al baño.
Después de las 48 horas, la embarazada vuelve a ser evaluada. Si las condiciones no se han revertido, el obstetra aumentará la frecuencia de los controles prenatales y el tiempo de reposo en cama.

En caso de que la embarazada no mejore y siga con hipertensión y edema, es necesario que sea hospitalizada para asegurar el reposo. En los casos de que la gestación es de más de 36 semanas, es necesario inducir al parto.
¿Qué es la preeclampsia? Probabilidades, control y cuidados
Se llama preeclampsia o toxemia de embarazo a una complicación que puede darse a partir del cuarto mes de gestación y hasta seis meses después del parto. No es tanto una enfermedad sino un conjunto de síntomas que incluye la presión arterial elevada, hinchazón en las manos y pies, altos niveles de proteínas en la orina, dolores de cabeza y aumentos súbitos de peso.
La preeclampsia puede obstaculizar la llegada de aire y alimento al bebé, lo cual no permite que aumente de peso; o puede devenir en una eclampsia y así causar un parto prematuro o un aborto.
Causas de la hipertensión inducida por el embarazo proteinúrica
Sus causas son desconocidas, aunque se hipotetiza que los genes, la dieta, ciertos trastornos autoinmunes y/o problemas vasculares pueden incidir en su aparición.
Las mujeres con más riesgo de padecer este cuadro son las madres primerizas, aquellas con embarazos múltiples, las adolescentes y las mayores de 40 años de edad.
Al no existir un estudio directo que revele la aparición de pre-eclampsia, si el médico detecta un aumento fuera de lo común de la presión, ordenará una prueba de orina y de sangre para confirmar el diagnóstico.
Síntomas y prevención de la hipertensión inducida por el embarazo proteinúrica
Decíamos que el nombre pre-eclampsia alude a la posibilidad de devenir en una eclampsia, es decir, la aparición de convulsiones o coma durante el embarazo, que pueden provocar un parto prematuro o un aborto. La única cura es dar a luz. Es por eso que en ciertos casos de pre-eclampsia el médico puede decidir inducir el parto. Cuando no es posible adelantar el alumbramiento porque aún es muy pronto para el bebé, se puede controlar con reposo absoluto, visitas diarias al médico o incluso hospitalización, hasta que el bebé esté a un término mínimo para nacer.
No hay formas directas de prevenir la pre-eclampsia, pero sí la presión alta durante el embarazo. Por ejemplo, disminuir la cantidad de sal que ingerimos. Sin embargo, en ocasiones el médico indica ciertos consejos para evitar este cuadro: tomar una aspirina o suplementos de calcio, y dormir del lado izquierdo para aumentar el flujo de la orina y no poner peso sobre los vasos sanguíneos.
Otros síntomas indicativos de la pre-eclampsia pueden ser
- vómitos de sangre
- poca o ninguna cantidad de orina
- taquicardias
- mareos
- nauseas
- vómitos excesivos
- zumbido en los oídos
- fiebre
- visión borrosa
- ceguera repentina
- dolores en la panza
Ante la aparición de cualquiera de estas señales, debemos recurrir al médico.